Un cadáver virtual en una sala de disección anatómica digital donde los estudiantes pueden aprender sobre anatomía humana. Un ejemplo de enfoque del metaverso para las ciencias de la salud.
La palabra metaverso ya es de uso común. Sin embargo, aún no está claro para todos qué significa realmente y cuáles pueden ser sus aplicaciones. Hemos pedido a Miguel Ángel Rodríguez-Florido, Coordinador técnico de la Cátedra de Tecnologías Médicas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y Coordinador de la plataforma FAST (Formación Avanzada en Sanidad con Tecnología) de la Fundación Canaria Ágora que nos cuente en qué están trabajando para la enseñanza y formación de la anatomía.
Miguel Angel Rodriguez-Florido
Físico, Doctor en Tecnología de las Telecomunicaciones, Coordinador del Laboratorio de Simulación y Formación basada en Tecnología del Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil de Canarias, Coordinador técnico de la Catedra de Tecnologias Médicas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Coordinador de la plataforma FAST (Formación Avanzada en Sanidad con Tecnología) de la Fundación Canaria Ágora
Hola Miguel Angel y gracias por aceptar esta invitación para compartir tu experiencia en educación innovadora. Puedes describir brevemente a qué te dedicas y qué hace el centro en el que trabajas?
¡Hola! Gracias a ustedes por difundir lo que hacemos en nuestro grupo. En el plan de innovación tecnológica MOTIVA y nuestra plataforma FAST (Formación Avanzada en Sanidad con Tecnología) nos dedicamos a formar en toda la cadena educativa de la medicina, desde los estudiantes, pasando por los residentes a los especialistas. Para nuestro grupo, la educación es el hilo conductor que une todos estos eslabones de la cadena y que acompaña a los médicos desde que entran en la facultad de medicina hasta su retiro.
¿Qué es el Proyecto AVRIR?
AVRIR es el acrónimo en español de “Aprendiendo con VR Interactiva y Remota” y tecnológicamente pretende aproximar el concepto de metaverso a las ciencias de la salud, en concreto, a la medicina. Se trata de un proyecto de innovación educativa de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, cofinanciado por la Unión Europea a través de los fondos NextGenerationEU, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que implementa una sala de disección anatómica virtual en la que los estudiantes pueden disponer de un cadáver virtual sobre el cual aprender, mediante la disección, las distintas asignaturas asociadas a la anatomía humana. El cadáver es el recurso tradicionalmente utilizado para enseñar medicina, pero no es de fácil acceso y mantenimiento. La tecnología inmersiva nos puede ayudar a utilizarlo de forma segura, eficiente y sostenible, y esto es lo que persigue el proyecto AVRIR.
Entonces habéis desarrollado un metaverso para enseñar la anatomía. ¿Puedes explicarnos de forma sencilla qué son los cadáveres virtuales?
Sí, aunque el concepto de metaverso es mucho más extenso, en este proyecto nos hemos aproximado a él creando un aula docente en la que los estudiantes y el docente se introducen para desarrollar su actividad educativa.
Cómo comentaba anteriormente, el uso del cadáver no siempre está al alcance de todos los estudiantes y con la frecuencia que se desearía, al tiempo que su uso rutinario no es precisamente saludable. Por tanto, un cadáver virtual es un modelo virtual de la anatomía humana que representado en un escenario VR interactivo y multiusuario, emula la situación real que se plantea en una sala de disección.
¿Cuáles son las ventajas de una sala de disección virtual?
La sala de disección virtual permite que los estudiantes tengan acceso infinito a este recurso, que no tengan que estar expuestos a sustancias de conservación nocivas para la salud, ni a normas de seguridad sanitaria y jurídica asociadas, así como que el sistema, al ser sintético, pueda ser monitorizado y utilizado para obtener métricas objetivas sobre la actividad realizada, al tiempo que, aprovechando la capacidad propia de la tecnología que lo implementa, incorporar herramientas de guía en su educación.
Para el docente se trata de una herramienta cómoda de uso, que le permite evaluar los conocimientos de los estudiantes, hacer uso de los escenarios que considere oportunos y adaptarlos a los contenidos de su asignatura.
¿Sustituirá a la práctica tradicional de la anatomía o la complementará?
Siempre que se introduce una nueva capacidad tecnológica, el ser humano tiende a pensar en términos sustitutivos y no complementarios. Así pasa con la misma Inteligencia Artificial, que, por cierto, estamos planteando su uso para resolver algunos problemas técnicos que surgen en la disección virtual…pero, esta es otra conversación ;-).
Con esto, lo que quiero decir, es que ningún avance es sustitutivo, salvo que así lo queramos hacer, sino que sólo aporta una capacidad adicional a lo que ya existe. Ahora mismo los estudiantes de medicina no usan cadáveres en la docencia o, al menos, no se usan como los docentes quisieran y la alternativa puede ser aún más costosa. Por tanto, disponer de herramientas como estas sólo puede ayudar. No es lo mismo acceder directamente a un recurso limitado, como es el cadáver, o un maniquí hiperrealista del cuerpo humano, sin ningún tipo de conocimiento, que acceder habiendo practicado precisamente con un recurso virtual sintético (el cadáver virtual). Por ello, su uso podría ser complementario o, por el contrario, exclusivo, según se quisiera o pudiera en cada situación particular.
¿Cuáles fueron las dificultades para realizarlo?
La primera dificultad fue encontrar un modelo anatómico virtual validado que nos pudiera servir de base para realizar nuestra aplicación. En este sentido queremos agradecer a la comunidad que ha desarrollado el proyecto Z-Anatomy. La incorporación de esta estructura a nuestra cadena de procesado ha sido básica para poder avanzar todo lo rápido que hemos querido y poder disponer de una aplicación funcional en 1 año de desarrollo.
Por otra parte, existen las propias dificultades de desarrollo en este tipo de aplicaciones VR, donde hay que llegar a un compromiso entre la tecnología y su utilidad en el contexto que nos ocupe. Por ello, una parte importante de nuestro trabajo ha sido la adaptabilidad y experiencia de usuario para perfiles no tecnológicos ni con interés subyacente por la tecnología.
¿Cómo pueden utilizar nuestros lectores una herramienta tan innovadora?
La forma más rápida es estudiando medicina en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria :-), pero, bromas aparte, como esto no es realmente posible, estamos barajando, cuando avancemos más en el proyecto, la posibilidad de convertirlo en un proyecto open-source que pueda ser utilizado y ampliado por otros grupos interesados.
Muchas gracias, Miguel Ángel, por dedicar tu tiempo a compartir tus ideas innovadoras con nuestros lectores.