En 2020, Covid–19 cambió la forma en que vivimos y trabajamos indefinidamente. ¿El debriefing a distancia sigue siendo un método alternativo o se ha convertido en una forma común y estándar de hacer debriefing con alumnos y compañeros? ¿Deberían los educadores poner mayor énfasis en estrategias específicas para llevar a cabo un diálogo virtual entusiasta? El panel SIMZINE debate los temas urgentes.
El debate
La pandemia de COVID-19 ha requerido una respuesta rápida a la suspensión sin precedentes de la educación presencial en todo el mundo. Como consecuencia, impulsó la simulación remota y las sesiones de debriefing online a distancia. Pasamos largos días de tiempo frente a la pantalla, conectándonos con estudiantes y compañeros con el objetivo de crear un aprendizaje significativo. Ahora, aparentemente, el mundo está “volviendo a la normalidad». Sin embargo, la simulación a distancia no desaparecerá. En realidad, será nuestro futuro. En una encuesta reciente, de hecho, la gran mayoría de los encuestados indicó que no abandonaría la simulación de distancia virtual.
Por el contrario, van a seguir utilizando algún tipo de simulación en línea. En este escenario, los simulacionistas y los educadores deberían adaptar sus actuales enfoques de debriefing a las plataformas en línea. O probablemente tendrían que desarrollar nuevas competencias. ¿Qué se requiere para crear entornos de debriefing virtuales exitosos? Sin duda, hacer debriefing online con los estudiantes a distancia presenta desafíos considerables. Las restricciones técnicas cambian fuertemente la dinámica entre los alumnos y los facilitadores en entornos de grupos virtuales. Por ejemplo, las interfaces informáticas interfieren con las señales no verbales, como el contacto visual o las expresiones faciales. Los desafíos técnicos, como la mala transmisión de video, pueden afectar la calidad de las conversaciones de debriefing. Las dificultades técnicas, por ejemplo, pueden distraer la atención de las tareas pertinentes a la facilitación del debate.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Diego Andrés Díaz-Guio
Médico y cirujano, especialista en medicina intensiva, fellowship en Simulación y doctorado en Ciencias de la Educación. Director de un centro de simulación clínica y profesor de Medicina Intensiva en Colombia. Actualmente es presidente de la Federación Latinoamericana de Simulación Clínica (FLASIC).
Janice C. Palaganas
Profesora de Educación de Profesiones de la Salud y Presidente Asociado del Departamento de Educación de Profesiones de la Salud en el Instituto MGH. Profesor de la Escuela de Medicina de Harvard y profesor principal del Centro de Simulación Médica. Editor de 3 libros de texto, autor de varios capítulos, artículos seminales e investigaciones que han transformado el campo de la simulación. Actualmente CEO del Institute for Interprofessional Innovations y coach ejecutivo de líderes académicos y hospitalarios. Co-podcaster sobre “DJ Simulationistas….’sup?” y «SimFalla».
Juan-Manuel Fraga-Sastrías
Médico con antecedentes de Paramédico involucrado en Educación para el Cuidado de la Salud desde principios de los 90.
Maestría en Liderazgo Educativo, Maestría en Manejo de Emergencias y Doctorado en Ciencias de la Salud. Actualmente se desempeña como Gerente General en Cancer Center Tec 100 en México, y es dueño de la Empresa Asesores en Emergencias.
El principal interés en la educación es la relación entre la educación y los resultados clínicos.
La experiencia en el papel de debriefer es esencial para la entrega de programas de simulación de calidad. La simulación en persona y la simulación a distancia ofrecen algunas similitudes pero también muchas diferencias. ¿Cuáles son, entonces, las competencias que debe tener un debriefer a distancia?
Diego Andrés Díaz-Guio: Realizar un debriefing que permita la construcción de conocimiento es sin duda un reto cuando se realiza de manera presencial y, por supuesto, cuando se realiza a distancia. Las habilidades que deben tener quienes realizan un debriefing no presencial (debriefing a distancia) son similares a las requeridas para un debriefing presencial: escucha activa, conciencia situacional, flexibilidad y comunicación asertiva. No obstante, los objetivos de las competencias anteriores pueden diferir entre ambas modalidades. Mencioné en primer lugar la escucha activa, ya que en uno de nuestros estudios sobre simulación clínica sincronizada online encontramos que la principal limitación de esta modalidad es precisamente la mala calidad del audio, que se ve afectada por la saturación que se produce cuando los participantes hablan al mismo tiempo, mermando la claridad y calidad de la información que luego fue utilizada durante la deconstrucción del caso.
Ahora bien, la conciencia situacional es una habilidad que cualquier buen informador debe desarrollar. La dependencia de la calidad de internet es un factor que juega un papel importante. A veces, durante la simulación o durante la sesión informativa, el video se congela, lo que significa que se pierde parte de la acción. Es necesario mantener la atención completa, manejar la información con el debriefer asociado e incluso con los participantes para tener un panorama completo de todo lo que sucedió durante la sesión. Además, en el caso de la simulación a distancia encontramos que la temporización del caso simulado puede ser mayor debido a los turnos que toman los participantes al hablar, y las solicitudes de repetición de información redundante por la calidad de recepción de audio y video. Esto significa que el interrogador debe adaptarse a este tipo de situaciones. Finalmente, la comunicación asertiva es una necesidad para el debriefing en línea; se requiere una comunicación directa, honesta y respetuosa (al igual que en el debriefing cara a cara). Teniendo en cuenta que existen factores que limitan el rendimiento ideal, es posible que los participantes no hayan entendido algo, hayan perdido parte de la información del caso y en consecuencia tomen decisiones equivocadas. Es esencial determinar la(s) causa(s) de la diferencia de rendimiento desde las primeras etapas del debriefing.
Juan-Manuel Fraga-Sastrías: Aparte de las competencias básicas de la simulación presencial como son las habilidades comunicativas, la construcción de relaciones, las técnicas de interrogatorio, etc., los debriefers deberían considerar ahora al menos dos nuevos niveles de complejidad. Aspectos técnicos: deben ser competentes en el uso del software de teleconferencia y estar al tanto de otros aspectos técnicos para garantizar una buena experiencia informativa para los participantes. Por ejemplo, construir redundancia con su conexión a Internet y electricidad. Eso lo hago teniendo un plan telefónico extra que me permite compartir internet con mi ordenador y tenerlo cargado en caso de que haya un apagón donde estoy trabajando. Se puede establecer un método alternativo de comunicación (como un grupo de WhatsApp) en los casos en que existan dificultades técnicas y sea necesario realizar una adaptación secundaria (por ejemplo, cerrar la reunión por una intrusión y abrir una sesión alternativa).
Método: si bien las fases normales de cada debriefing son las mismas cuando se realiza en línea, se deben compartir y acordar con los participantes algunas reglas de etiqueta (netiqueta). La sesión de debriefing también se puede enriquecer con el uso de pizarras, emoticonos, chat, etc. No es tan difícil proporcionar estrategias de debriefing en video, pero sin duda el que realiza la sesión informativa debe tener más conocimientos sobre cómo seleccionar, compartir y discutir escenas de video al hacer un debriefing en línea en el que se deberá usar un video del escenario. Además, se deben considerar algunas estrategias para desarrollar la seguridad psicológica y mejorar la conversación. En la mayoría de los casos, toma más tiempo entre la actividad de simulación y el debriefing y también es algo a considerar al comenzar el debriefing.
Janice C. Palaganas: Mis estudiantes de doctorado en la pista de simulación en MGH IHP realizaron un estudio Delphi para finalizar las Competencias del Educador de Simulación Médica a distancia en colaboración con la Society for Simulation in Healthcare y la Healthcare Distance Simulation Collaboration. Ese estudio ha sido enviado para que sea publicado. Así que no quiero ser un spoiler 🙂 Por cierto, los antecedentes de ese trabajo se pueden encontrar en el documento técnico titulado The Creation of Healthcare Distance Simulation Educator Development Guidelinesy publicado hace casi 9 meses en septiembre de 2021. Sin embargo, me gustaría aconsejar a los lectores que adopten «ligeramente» las competencias publicadas en este documento, ya que han cambiado después del estudio Delphi.
La caja de herramientas de debriefing comprende varias técnicas, como la investigación de promoción, la retroalimentación directiva, las preguntas circulares y muchas más. Según tu experiencia, ¿existen técnicas conversacionales que se apliquen mejor al aprendizaje a distancia?
Juan-Manuel Fraga-Sastrías: Yo creo que cuanto más mejor. En ese sentido se necesitan todas las competencias comunicativas. El facilitador las necesitará todas y las aplicará dependiendo de situaciones específicas (por ejemplo, cámaras cerradas, participantes en silencio, problemas con el ancho de banda, etc.). Sin embargo, el
debriefer puede mejorar la comunicación mediante el uso de herramientas «adicionales» como el chat (animar a los participantes a reaccionar también a través del chat, compartir notas, coordinar preguntas con un co-debriefer, etc.), reacciones (emoticonos) como una forma de sustituir parcialmente la comunicación no verbal
y considerar aspectos como la iluminación, la cámara utilizada, etc. para mejorar la sensación de «contacto» entre los participantes y el debriefer. Ser consciente de aspectos como mirar a la cámara para que los participantes sientan que hay contacto visual, usar sus nombres para que sientan que los estás mirando son aspectos de la comunicación digital que pueden mejorar la conversación. Los silencios también son diferentes, el debriefer debe considerar que cuando hace una pregunta la frase viajará por internet a los participantes, luego ellos piensan y responden, luego la frase viajará de regreso por internet… Aunque la velocidad de transmisión es rápida, toma entre una fracción de segundo y un segundo para que las frases viajen a través de internet. Por eso, se necesitan silencios más largos.
Janice C. Palaganas: También se presentará pronto para su publicación un modelo conceptual para el debriefing a distancia que es bastante sólido, ya que realizamos 5 estudios separados para explorar partes del modelo. Todas las técnicas conversacionales funcionan en conferencias web y la exploración de cuál tiene mejores resultados no sería muy diferente a la presencial. Dicho esto, hay muchas otras consideraciones en el entorno en línea que la Healthcare Distance Simulation Collaboration ha estado investigando febrilmente. Nuestros hallazgos preliminares hasta el momento son desafíos y beneficios que cualquier técnica conversacional podría experimentar. Algunos de estos estudios también presentados para su publicación son: el impacto de los videos encendidos/apagados, las perspectivas de los debriefers frente a los debriefees, el uso de emoji, no verbales en el entorno en línea, seguridad psicológica y confidencialidad, factores humanos, diversidad e inclusión, competencias tecnológicas.
Diego Andrés Díaz-Guio: En nuestro caso, utilizamos la misma metodología tanto para el debriefing presencial como a distancia: nos preocupamos por permitir la expresión de emociones antes de pasar a la etapa cognitiva. Nos hemos dado cuenta de que las personas muestran con mayor frecuencia sus marcos mentales en esta etapa, lo que nos permite hacer una indagación-exploración mucho más simple y fructífera.
Otro aspecto que nos ha ayudado es permitir reconstruir el caso desde el punto de vista de los participantes, y no desde el de los debriefers. Muchas veces, los participantes perciben elementos que no necesariamente estaban en el «guión» del caso durante la atención de crisis (la mayoría de nuestras simulaciones giran en torno a pacientes críticos); conocer la «realidad» desde la percepción de los participantes fomenta y mejora el flujo de la conversación. En suma, creo que
generar confianza a partir de una explicación temprana de la función y etapas del debriefing, así como de las ventajas y limitaciones que tiene la simulación a distancia y su debriefing, favorece la confianza, y la confianza favorece notablemente el diálogo.
La seguridad psicológica es la percepción entre los alumnos de que se sienten lo suficientemente seguros como para asumir riesgos interpersonales sin repercusiones. Crear y mantener la seguridad psicológica en un informe a distancia también es clave. ¿Qué debemos hacer para crearlo?
Janice C. Palaganas: La seguridad psicológica es clave para participar en sesiones de debriefing a distancia, ya que la amenaza a la seguridad psicológica puede ser mayor durante las conferencias web, por ejemplo, ¿los participantes están en un entorno privado o sus colegas están escuchando? ¿Se sienten cómodos los participantes en el ambiente donde están ubicados? ¿Los participantes graban individualmente la pantalla o el audio? Si se graba la sesión, ¿realmente estará protegida? También está la carga cognitiva de cada individuo preocupándose por cómo aparecen en la pantalla (un hallazgo en uno de nuestros estudios).
Diego Andrés Díaz-Guio: Como se mencionó anteriormente, la confianza es el input fundamental para un debriefing eficiente y constructivo. Creo que algo que nos ha ayudado en el centro de simulación es explicar la intención del debriefing y el poder que tienen las conversaciones reflexivas, conscientes e intencionales en los procesos educativos basados en simulación. Nuestros participantes conocen desde la introducción a la actividad lo que significa debriefing, con la intención de que puedan tener un mejor compromiso cognitivo, pero también, porque creemos que es importante que aprendan a hacer debriefing en sus prácticas clínicas reales con sus equipos, con el objetivo de construir equipos médicos más seguros y confiables. Considero que la comunicación asertiva es una pieza fundamental para lograr conversaciones de aprendizaje. Si nosotros como educadores exponemos de manera respetuosa pero honesta nuestro pensamiento sobre lo que queremos hablar, es muy probable que los participantes confíen y se sientan seguros con nosotros, por lo que actuarán de la misma manera.
Juan-Manuel Fraga-Sastrías: Al igual que en los debriefings presenciales, los debriefings online necesitan formas de aumentar la seguridad psicológica. Se necesitan ejercicios e introducciones para romper el hielo (como en los debriefings cara a cara), pero se pueden mejorar con algunas herramientas digitales. Hay una gran cantidad de actividades digitales que se pueden usar para romper el hielo y conocer a los participantes. Las reglas de etiqueta digital (netiqueta) se pueden compartir con los participantes antes de las primeras conexiones. Aspectos como: uso de cámara, micrófonos, grabación de video, seguridad de la reunión (contraseña, sala de espera, etc.), participación activa, tienen que ser acordados con los participantes.
La grabación de la sesión sólo debe usarse como medida de calidad y supervisión (para el debriefer), pero no debe compartirse fuera del grupo. También se necesita cierto nivel de flexibilidad y apoyo, principalmente en las primeras sesiones.
No olvidemos el aspecto económico. ¿La simulación a distancia tiene la ventaja de ser más económica?
Diego Andrés Díaz-Guio: En el aspecto económico, creo que la simulación a distancia puede ser más económica que la simulación presencial para el participante. En el centro de simulación aún realizamos simulación no presencial, y esto ha permitido que personas de diferentes partes de Latinoamérica puedan participar en las actividades sin incurrir en los gastos que implica viajar a nuestro centro de simulación, que se encuentra en Colombia. Lo que hemos hecho hasta ahora es: hacemos la telesimulación desde el centro de simulación, con todo el equipo de personas y recursos habitualmente involucrados en la simulación presencial, y a través de plataformas que ofrecen buena calidad de audio y video. Mientras tanto, nuestros participantes se unen a la sesión desde Argentina, México, Chile y Perú, todos al mismo tiempo. La simulación no presencial es una actividad que permite: aprender, desarrollar habilidades e incluso evaluar a los participantes, todo ello reduciendo fronteras y abaratando costes.
Janice C. Palaganas: En la Healthcare Distance Simulation Annual Summit de este año, un grupo de trabajo discutió la justicia, la equidad, la diversidad y la inclusión, y llegó al consenso de que la simulación a distancia es un privilegio. No podemos olvidar eso. Si bien el acceso es mejor a nivel mundial hoy en día, todavía no es igual, especialmente el ancho de banda y la velocidad. No creo que la simulación a distancia, si se hace bien, sea necesariamente menos costosa.
Creo que aumentará el acceso (especialmente en situaciones donde se permite la grabación o la observación), pero creo que será otro brazo paralelo de los programas de simulación con sus propias necesidades humanas y tecnológicas, así como de desarrollo de profesores y personal.
Dado que la mayoría de las instituciones ahora tienen un objetivo de inclusión, será importante que los programas consideren el mínimo común denominador de acceso/capacidad que cumpla efectivamente con los objetivos de la educación. Por ejemplo, si se elige la realidad virtual, la provisión de dispositivos a quienes no los tienen puede resultar costosa. La formación sobre los dispositivos también deberá integrarse en el soporte técnico y la capacitación del personal docente, etc.
Juan-Manuel Fraga-Sastrías: Yo creo que dependiendo del contexto, los costes pueden ser más altos o más bajos. Es difícil calcular los costos reales del debriefing en línea ya que los costos de la conexión a Internet, el equipo y otros recursos se comparten con los participantes. Aspectos en los que el coste puede ser mayor: dispositivos utilizados para conectarse al debriefing, cámaras, micrófonos, conexiones a internet, plataforma de teleconferencia. Aspectos en los que se reduce el costo: menor uso de espacio físico, tiempos de transporte, establecimiento de logística. En la mayoría de los casos, los costes dispersos (internet, dispositivos, etc.) están relacionados con los recursos que se esperaría que la mayoría de los participantes tuvieran para otras actividades educativas, recreativas y profesionales, por lo que esperaría una reducción en los costes, pero nuevamente como dije antes, depende mucho del contexto.
Conclusión
Llevar a cabo un debriefing eficaz es sin duda un reto también cuando se lleva a cabo de forma remota. Sin embargo, los debriefers ahora deben considerar nuevos niveles de complejidad. Las herramientas digitales deben usarse de manera inteligente y competente para evitar que se conviertan en una barrera. La simulación a distancia aumenta el acceso y será otro brazo paralelo de los programas de simulación con sus propias limitaciones humanas y tecnológicas, así como el desarrollo de la facultad y el personal.
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1 comment on “¿Es el debriefing a distancia la nueva normalidad?”
Interesante tema y aun desafiante para los debrifers de las distintas generaciones X , Y, probablemente natural para la generación Z.
Viene a mi mente que los psicólogos ya iniciaron hace tiempo las sesiones remotas que se basan en conversaciones reflexivas. Y recuerdo un articulo que fue de gran ayuda para mi en la pandemia, de Adán Cheng y Eppich, “Apractical guide to virtual debriefings: communities of inquirí perspective”, sobre la interrelación social, cognitiva y la presencia del educador.
Buscare las guías que menciona Janice Palaganas.
Felicitaciones.
Carla Prudencio. Argentina.